Jem Cohen está dentro de la línea “dura” de los cineastas independientes norteamericanos. Sus películas tienden a estar en un punto intermedio entre el cine ensayo, el video arte y el documental, dejando en la retina una sensación de onirismo y pesadez. En Instrument (1999) -quizás su película más conocida- deja constancia de la vida y obra de la banda Fugazi, al ritmo del post punk, buscando siempre ligar imagen y música desde perspectivas novedosas. En Buried in Light (1994) y Amber City (1999) se trata de dar cuenta de los viajes en un trayecto invertido, (Berlín, Italia),la gran parábola del viajero y el turista, acá, Cohen las registra en fotografías en movimiento, voz off, viajes por la memoria, Lost Book Found (1996), es otro viaje, esta vez por las calles de Nueva York y los pequeños pliegues cotidianos. Chain (2004) es otra película sobre la ciudad, más bien por los recorridos de aquello que Marc Augé tiende a denominar “los no-lugares”. Observador atento de los procesos actuales de su sociedad y el mundo, Cohen deslumbró en Bafici por su simpleza y lucidez, así como por su talento a la hora de filmar. A continuación, una pequeña entrevista.
Iván Pinto: Hay una asunto sobre el cual ya te han preguntado que tiene que ver con el tema de los espacios públicos y la relación entre arquitectura, estructura y visibilidad…
Jem Cohen: La arquitectura siempre ha sido importante para mí, no como disciplina, si no como indicador de la forma en que la gente se encuentra haciendo el mundo. Por ejemplo, nosotros estamos sentados en estas escaleras y, no soy fan del mall, pero me agrada la idea de que sea un espacio donde la gente se pueda sentar y nadie te moleste. Pero hay lugares donde te sientas y viene un guardia, te dice que no te puedes sentar ahí. Y esa diferencia muy pequeña lo cambia todo. El hecho de que te puedas sentar aquí y en esas otras escaleras no, es una forma directa de la manera en que el uso de la arquitectura refleja principios democráticos o no…
I.P.: Buried in Light y Amber City ¿podrían ser entendidos como libretas de apuntes de viajes?
J.C.: Buried in Light literalmente es eso. Es usar la película como una forma de bocetear. Pero la mayoría de mi trabajo, en cierto sentido, es un cuaderno de apuntes, donde pongo observaciones que me recuerden donde estuve.
I.P.: La música tiene un rol importante en tus películas. Por lo general usas música bien específica, que tiene un diálogo con el espectador. A su vez, filmas mucho en vivo. La forma en que filmaste a The Ex (banda post punk) por ejemplo…
J.C.: Trabajo por una especie de libertad en las performances en vivo donde los músicos se presentan fuera de necesidad y no sólo por que es un trabajo . No me interesa que tipo de música sea mientras haya espíritu. Donde sienta que el performer está realmente buscando algo en ella. No sé, son sólo cosas que sientes o no. Adquiero un montón de fuerzas de la música , la música mantiene a la gente viva y podría ser cumbia, punk rock, clásica. Eso no me importa mucho.
I.P.: En el catalogo de Instrument (documental sobre la banda post punk Fugazi) decías algo sobre las relaciones entre imagen y música. Dabas el ejemplo con MTV que para ti estaba haciendo relaciones especificas y que había una pérdida en eso…
J.C.: A mí no me gusta la relación que hace MTV de imágenes y música, la encuentro verdaderamente indirecta y confusa. Porque no es sobre la música. Tratan de vender la banda, promover el producto, marcar el lanzamiento de algo en un determinado momento. Todo eso es negocio. No música. Y aunque no fuera negocio es estilo, moda, etc. Pienso usualmente que es sólo una distracción, para que nadie esté ahí en sí mismo, que ponen superficies brillantes, y lo otro curioso es que de verdad no están tocando, no tocan sus instrumentos, es muy ridículo. Son como muñecos pretendiendo tocar instrumentos, es raro ¿no crees?
I.P.: En el documental de The Ex (Building a Broken Mousetrap, 2006) filmas casi todo el rato en vivo a la banda y vas estableciendo montajes paralelos a modo de pequeñas intervenciones, comentarios políticos. Ahí pones imágenes de una convención republicana mientras se sucedía el recital. Y, no sé, quizás es un ejemplo de como establecer relaciones entre música e imágenes…
J.C.: Por lo general no me gusta ser tan explícito en esas relaciones. Hay veces como en el caso de Fugazi y su tema Instrument donde la letra es muy clara y no es necesario graficarla. Pero en el caso de The Ex… A veces no me gusta ser directo, a veces si. Estaba haciendo una conexión directa, por qué la banda, es una banda política, casi todas las canciones son canciones políticas, a veces hay gente que piensa que la música no puede cargar con eso, que la música no puede tener poder político. Es verdad que no puedes cambiar el mundo. Pero puedes cambiar algunas cosas. La música y la protesta no siempre han estado juntas. Ha sido un tema político el que no hayan podido estar juntas.
I.P.: En tus películas hay algo muy onírico…
J.C.: Esa es una palabra muy interesante… la conozco y gente la ha usado antes para referirse a mis películas. Pero es interesante que digas lo mismo.
I.P.: Hay, también, un desplazamiento, respecto al documental. Filmando algo que esta ahí…
J.C.: Es una expresión bastante común. Tienes que hacer las cosas extrañas para poder verlas. Se trata de removerlas lo suficiente para poder verlas de nuevo. Simple pero verdadero.
I.P.: Lost Book Found parece un sueño sobre América. Pequeños rincones, texturas.
J.C.: Sí, es un sueño. Un sueño del dinero y de la caída del dinero al mismo tiempo.
Pinto Veas, I. (2007). Entrevista a Jem Cohen, laFuga, 3. [Fecha de consulta: 2024-12-02] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/entrevista-a-jem-cohen/36