Historia y geografía

Trazando desconexiones: comedia como puente entre arte y público

Por Mao Osorio

Biografía +

Director Audiovisual, UC. Actualmente trabaja en la investigación Figuraciones del capitaloceno en el cine hispanoamericano (Proyecto Fondecyt Regular).


Director: Bernardo Quesney Año: 2023 País: Chile

 
 

Tras nueve años de ausencia en la pantalla grande, Bernardo Quesney regresa a los cines con su cuarto largometraje Historia y geografía. La película nos presenta a Gioconda Martínez (Amparo Noguera), una actriz que intenta desligarse del peso de un personaje televisivo de comedia que marcó su carrera en los años 80. En busca de reivindicación y una nueva identidad artística, Gioconda emprende el desafío de montar una adaptación teatral de La Araucana de Alonso de Ercilla en su natal San Felipe, junto a una compañía local. En su voluble personalidad y confusas motivaciones, Gioconda deja entrever los aires aspiracionales y las contradicciones del mundo cultural chileno, donde la búsqueda de trascendencia artística suele chocar con un terreno vagamente conectado con las audiencias.

Quesney utiliza esta premisa para evidenciar un punto clave: la comedia también es cultura, y es posible construir un diálogo entre crítica política y entretenimiento. Bajo esta lógica, Historia y geografía explora el panorama de la cultura nacional, subrayando sus contradicciones internas y la dificultad de conciliar un discurso artístico significativo con un público amplio. Desde la secuencia inicial de créditos, el filme comienza a tejer un retrato de la mítica del teatro chileno, donde emerge una élite cultural atrapada en la búsqueda de legitimidad entre sus pares, pero distanciada del público que debería ser su principal interlocutor.

El personaje de Gioconda, con su mezcla de pretensión y fragilidad, no solo refleja las tensiones del ámbito teatral, sino que encarna las aspiraciones, inseguridades y limitaciones de una industria cultural que busca relevancia en un país marcado por desigualdades y brechas de acceso a la cultura. A través de una narrativa que alterna entre la ironía y el drama, Quesney construye una obra que invita a reflexionar sobre la relación entre el arte y su contexto social, enfrentándonos a las contradicciones de un sistema que muchas veces privilegia la validación interna por sobre el impacto social.

Exceptuando algunos momentos del metraje, Historia y geografía deja deliberadamente en fuera de campo a la audiencia. La película parece explorar la creación artística como una práctica en sí misma, ajena a cualquier urgencia de comunicación efectiva, y es en este punto donde evidencia una de las fallas de la escena cultural chilena. Salvo contadas escenas en las que aparece el público, el filme sugiere una desconexión persistente entre el arte y su capacidad de resonar con la sociedad que busca representar.

A grandes rasgos, Historia y geografía aborda el problema de la representación como una de las causas centrales de la desconexión entre el arte y sus audiencias. La elección de La Araucana de Alonso de Ercilla como obra fundacional de la patria chilena no es casual; la película sugiere que dicha obra, más que un relato histórico, es poesía épica, lo que subraya un conflicto de representación desde los orígenes de Chile como nación. Al traer este texto al presente, el filme no solo expone las tensiones culturales actuales, sino que también invita a cuestionar cómo las narrativas oficiales moldean nuestra percepción del arte y la identidad.

El filme traza una cartografía de los diversos agentes que conforman este panorama cultural en crisis. Por un lado, se encuentra una élite cultural santiaguina, marcada por un esnobismo exacerbado y una desconexión casi absoluta con las realidades sociales. Por otro, emerge un arte de carácter revolucionario, profundamente comprometido con lo social, pero atrapado en una precariedad estructural que lo torna igualmente inaccesible para las audiencias. Ambos polos comparten una lógica común: un desprecio hacia lo comercial, sin reconocer que este último, paradójicamente, es el único capaz de conectar con el público masivo. La obra que monta Gioconda transita por ambos extremos de la cultura: al inicio, se presenta como un sinsentido snob, cargado de analogías vagas que ni sus propios autores terminan de comprender. Cuando Gioconda abandona el proyecto, Atenea, su hermana, representante de una postura confrontacional de primera línea, toma el liderazgo. Lo que sigue es una protesta igualmente absurda y sobrecargada, con momentos tan explícitos como el despliegue de una pancarta que reza: “No es sequía, es saqueo.” Ambas áreas de la cultura coinciden, sin embargo, en la dificultad de transmitir sus ideas y emociones al público, perpetuando una desconexión que parece insalvable.

De la mano de tremendas actuaciones, el guion de la película realiza notables e hilarantes comentarios del mundo que representa. La desconexión social de la élite cultural, el fetichismo indígena y racial del artista, la envidia al reconocimiento, el financiamiento, la cultura de premios, entre otros elementos, componen una sátira ridícula, pero no tan distante de la realidad.

El trabajo de la productora EQUECO en 2024 propone un regreso a la comedia en el cine nacional. Historia y geografía se consagra con el premio a Mejor Dirección para Bernardo Quesney y Mejor Interpretación para Amparo Noguera en SANFIC 2023, además de un exitoso e inesperado recorrido por salas de cine en todo el país. Junto con Denominación de Origen, dirigida por Tomás Alzamora, EQUECO vuelve a obtener un importante reconocimiento, recibiendo el Premio del Público en FicValdivia 2024, con dos funciones llenas y una audiencia cautivada.

Ambas películas proponen una mirada que se aleja de los centros urbanos para recuperar una comedia nacional auténtica y costumbrista, logrando representar y conectar con audiencias que no habían sido consideradas. En el caso de Historia y geografía, Bernardo Quesney logra entablar un vínculo directo con estas audiencias, aquellas que tradicionalmente han sido ignoradas por el sistema cultural. La película no solo da cuenta de este abandono, sino que lo transforma en parte de su narrativa, interpelando a los espectadores desde una sátira que expone con honestidad las fracturas entre el arte y la sociedad. Con ello, Historia y geografía se instala no solo como una crítica al sistema cultural, sino como un esfuerzo por articular nuevas formas de relación entre el arte y sus públicos.

 

 
Como citar:
Osorio, M. (2024). Historia y geografía, laFuga, 28. [Fecha de consulta: 2025-02-19] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/historia-y-geografia/1210