La cuestión de la imagen se ha transformado en un tópico recurrente para quienes intentan responder a la cuestión de la visualidad contemporánea. Es precisamente aquí en donde se centra el esfuerzo de José M. Santa Cruz en su libro La imagen-Sintética: Estudios de cine contemporáneo publicado en la editorial Metales Pesados. Es un trabajo que tiene que vérselas con la falta de distancia que, por desarrollo metodológico, se hace necesario para lograr una aproximación crítica a un objeto de estudio, en nuestro caso, la imagen derivada del aparato digital. Para ello el autor establece su análisis desde la comparación de lo que ocurre con la imagen actual desde el cine y el Romanticismo. Ofrece de entrada para ello un concepto como tentativa: Neorromanticismo sintético. Inmediatamente surgirá la pregunta si es posible aplicar dicho concepto a la cuestión de la imagen-sintética en el cine. En la instalación del neorromanticismo sintético como una naturalización de lo técnico que provoca un desplazamiento, que me atrevo a llamar ontológico, en la relación que solemos establecer entre las imágenes y las cosas de las que habla ella. “Ya no sólo no existirá una realidad dada, verdadera y externa a la técnica con la cual se relaciona, sino la realidad es solo pensable por y para el pensamiento técnico, por y para sus procedimientos y estrategias de construcción simbólica” (Santa Cruz 2013: 101). Creo que en esta cita se encuentra la clave para una lectura productiva del texto porque en ella se pone en juego el concepto de programa que elabora Vilém Flusser para los aparatos que generan imágenes técnicas. Es decir que toda posibilidad para una imagen técnica y su naturalización radica precisamente en que la realidad de la imagen constituye realidad “por y para sus procedimientos y estrategias de construcción simbólica”.
El libro de Santa Cruz sugiere lecturas para la cuestión, abre preguntas, propone respuestas, establece vínculos y sobre todo desarrolla una aproximación crítica a la cuestión de la visualidad y de la imagen en los procesos de la imagen digital, de lo que el denomina imagen-sintética pensada desde sus tensiones y desarrollos respecto del cine. Creo que más allá de concluir si sus hipótesis de trabajo son correctas o no, lo realmente fundamental es la estrategia desarrollada para lograr una distancia crítica respecto de algo que nos compromete en su cercanía. Una distancia que logra definiciones como material de trabajo en la construcción de una aproximación a la visualidad puesta en juego por la imagen-sintética. ¿Qué ven las imágenes? Ven, al decir de Santa Cruz, bajo la condición de una mirada sujeta al régimen técnico: “El régimen técnico ha doblegado la imposibilidad de acceder al ser o al espíritu en la multiplicación incesante de lo sensible, donde el ser o el espíritu ha quedado clausurado en la diseminación virtual de la apariencia” (Santa Cruz 2013: 9). Es dicho eje, insisto, el que mejor define el camino recorrido por el libro. Un camino que, por cierto, intenta pensar el cine, pero para ello tiene que vérselas con la cuestión de lo que “las imágenes quieren”, siguiendo a W. J. T. Mitchell, y como se estructuran ecológicamente desde las peculiaridades discursivas puestas en juego en el programa del aparato digital.
Yáñez, G. (2013). La imagen-sintética, laFuga, 15. [Fecha de consulta: 2024-10-15] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/la-imagen-sintetica/622