Dossier: Historiografía Visual

 

El cine puede ser entendido como una interpretación estética y audiovisual que narra y visualiza el pasado desde su presente, poniendo la historia en ejercicio dialectico. Como postulamos en la convocatoria al Dossier, si pensamos en la historia como disciplina, pensamos en una narración sobre lo real, lo que aconteció en el pasado, no algo ficcional. Sin embargo, el proceso a través del cual la historiografía convierte una interpretación informada del pasado en una narración que asumimos cierta, esconde imaginación histórica y retoricas narrativas, usualmente entendidas como parte de la producción de ficción. Aun así, la historiografía no es ficción, tampoco es un recuento del pasado tal cual pasó. La historiografía es producto de un método informado de investigación que es corroborable y por esto la entendemos como cierta. De esta forma, la historiografía se entiende como una convención cultural, y en el centro de estas reflexiones están los modos en que esta convención se puede manifestar visualmente. Particularmente desde el archivo, el metraje encontrado, la heterocronía, la melancolía, y la alegoría.

Efectivamente, en las reflexiones postuladas en los textos y ensayos visuales del Dossier, podemos ver que aparecen varios modos fílmicos de representación y a la vez, varios modos de referirse a ellos. Desde documentales de metraje encontrado como El gran vuelo (2014) de Carolina Astudillo, en el artículo de Claudio Celis, hasta “ficciones de lo real |que| representan el pasado rechazando la distinción documental/ficción para ubicarse en un lugar alternativo, ajeno a las determinaciones frecuentes, pero con absoluta consciencia de la responsabilidad política de la colección que arman” cómo Natalia Taccetta categoriza Cinema novo (2016) de Eryk Rocha y No intenso agora (2017) de João Moreira Salles. Las ficciones trabajadas en el Dossier van desde “’narrativas fundacionales’ donde se establecían vínculos entre el pasado y el presente a través de paralelos entre los principales líderes e ‘hitos’ bélicos de la independencia y la revolución” con La odisea del general José, de Jorge Fraga (1968), y Páginas del diario de José Martí, de José Massip (1971), en el artículo de Ignacio del Valle Dávila, pasando por la construcción de “una revisión especulativa del pasado, de un pasado tal vez alternativo, más atento a las voces y a los cuerpos subalternos |…| apelando a una etnografía extrañada, como si el cine fuera el medio privilegiado para visitar un mundo que se perdió, pero del que muchos rasgos sobreviven en el presente” como Edgardo Dielek, Álvaro Fernández Bravo describen Zama de Lucrecia Martel (2017), así como también ficciones que “expresan a nivel simbólico las profundas modificaciones que el neoliberalismo produjo en la |…| Patagonia argentina” en El viento se llevó lo qué, de Alejandro Agresti (1999) y Mundo grúa, de Pablo Trapero (1999) en el artículo de Paz Escobar. Sumando además más de 20 obras, entre ficciones y documentales, que aparecen en el video ensayo de Héctor Oyarzún.

Los artículos del dossier que aquí presentamos comparten una mirada crítica sobre la imagen y sobre las posibilidades de reflexionar acerca de cómo comprendemos la historia, y su historiografía, a través de las imágenes. Cuidando la distancia que existe entre el momento productor de la imagen -con su propia historicidad- y el momento que representa -y aquel otro contexto-. De hecho, los artículos están ordenados cronológicamente desde los períodos que representan, en oposición por la fecha en que fueron realizados, aunque se suele convenir que las películas hablan más del período de realización del que representaran. De esta manera, el dossier comienza con la colonia latinoamericana, continua con la ‘Guerra de los diez años’ cubana, la Guerra Civil española, la década del sesenta con el Cinema Novo, viaje a China y París cerrando la década, en neoliberalismo de la década de los noventa, además de una revisión por la historia del cine desde la representación de las masas chilenas.

A esta temporalidad debemos sumar el tiempo en que las producciones son vistas y en este caso, se escribe sobre ellas, y se juntan en un mismo dossier esas reflexiones de la filosofía de la historia desde lo audiovisual. Este continuo refleja que el cine posibilita una forma distinta a la ‘escritura’ para reflexionar sobre el acontecer del pasado y sus consecuencias de maneras hápticas y afectivas, que evidencian los tiempos y los procesos contextuales y narrativos, y presentan desde lo audiovisual interpretaciones que no están subyugadas a lo verídico y a lo academicista, sino a lo verosímil y que recurren a una concepción dinámica sobre la historia, complementando la visión académica de la historiografía, con una expresada en lenguaje de cultura de masas. De este modo, la convención social de como entendemos los cines de contenidos históricos está mediada por el mismo soporte que lo sostiene, pero además, abriendo los brazos para incluir en este proceso la filosofía misma de representar, imaginar y crear historiografías visuales. Es como dice una de las autoras: “usar el pasado para reescribir la vida actual” en donde conviven múltiples pasados, reflexiones, modos y géneros fílmicos.

 

Claudia Bossay es historiadora de la Universidad Diego Portales y tiene un magister en Estudios Interdisciplinarios y un Doctorado en Estudios de cine, de la Queen’s University Belfast, en Irlanda del Norte. Entre sus intereses de investigación se encuentra la representación de la historia en el cine, lo que le lleva a realizar una investigación Postdoctoral, FONDECYT (Proyecto 3150632 Poder, estética e historia. Representaciones de la colonia y las independencias en Chile, Argentina, Perú y Bolivia, desde el cine silente hasta las celebraciones de los bicentenarios de la independencia) la cual motiva a realizar este Dossier.